Hoy es el primer miércoles de mayo, el día mundial de la salud mental materna.
¿Por qué es importante establecer un día de la salud mental materna?
Porque de la salud mental depende el bienestar de la mujer que ejerce de madre (y que es mucho más que eso) y de ella depende en gran medida el bienestar emocional, psíquico y físico de su bebé, que ve en ella el eje y la guía para leer el mundo y entender y aprender a gestionar sus propias emociones.
Porque hablar de salud mental materna da permiso de ponerle nombre a situaciones de malestar, que pueden aparecer durante el embarazo y el post-parto, que van creciendo como bolas de nieve, si no se permite mirarlas siquiera.
Porque permite a las mujeres entender las señales a las que deben prestar más atención, entendiendo que no siempre el embarazo, el post-parto y la primera crianza se viven como una caminata sobre nubes rosa, pero sabiendo que no están solas y pueden pedir apoyo.
Porque dedicar un día a la salud mental materna, hace que las miradas se posen en el cómo se trabaja desde los distintos ámbitos para proteger, acompañar y cuidar de las mujeres en un momento clave de su vida, ideando estrategias adecuadas de prevención e intervención y favoreciendo y fortaleciendo las redes de profesionales y de apoyo.
Porque así se normaliza la posibilidad de que se presenten cambios emocionales importantes, entendiendo que las transformaciones cerebrales y situaciones adversas, como nacimientos prematuros, partos difíciles o situaciones familiares complejas, pueden contribuir a que estos cambios se acentúen y que si sucede se puede pedir ayuda o recurrir a profesionales formados.